residencias


Segunda Residencia de video experimental Vórtice
Valparaíso 2016




Desde mi identidad artística ligada a la Performance,  he  tratado constantemente de poner en crisis las corporalidades y las extensiones de las mismas,  para mí,  el cuerpo performativo que ponemos en un espacio determinado puede extenderse a través de otras técnicas como las gráficas, el video y las redes sociales.  Este último espacio virtual es el lugar donde acontece mi nuevo hacer,  desde la exposición de mi cuerpo de bio mujer en conjunción con un imaginario tanto íntimo y cotidiano,  como  político y subversivo, sin embargo, estas interpretaciones  personales son escondidas  por la estética de Red social, que banaliza la imagen, la vuelve pop y fomenta la invención de una imagen personal para las plataformas virtuales.  Desde ahí que haya decidido especular sobre un espacio de creación virtual  realizado a través de aplicaciones (APP) diseñadas para teléfonos móviles y tablets y cuyo principal lugar de difusión es la web, vale decir, plataformas como Facebook, Instagram, Twitter, Blogger, Giphy, etc.  La idea es que utilizando una herramienta tecnológica transversal y las estéticas que generan los dispositivos móviles y las redes sociales, sea capaz de  construir una obra que hable desde las distopías modernas desde la construcción del neo cuerpo social.

Estas obras gráficas son realizadas  utilizando las Aplicaciones de fotografía y diseño disponibles para móviles y tablets, con la finalidad única de exponer íconos de la memoria colectiva y de mi propia experiencia e inquietudes como mujer.   De esta forma, unifico   la memoria personal y colectiva con el uso de técnicas transversales que permiten  una fácil manipulación y transmisión de la imagen.   Este hacer enaltece el cierre  de las brechas socioeconómicas propuesto por las redes sociales y abusa de  un trabajo que tiene como protagonista al pixel -propuesto como "error" en   la tecnología de producción- usándolo en una  representación que   fortalece a los íconos políticos y culturales como gráficas de consumo, obra de retail y  tecnología serial bastarda.

Durante mi estadía en Vórtice me he dedicado a reflexionar sobre el desplazamiento de esta estética gráfica y carente de movimiento hacia planos de video tomados con mi teléfono móvil, creando pequeñas cápsulas que han sido intervenidas en el mismo dispositivo para luego ser agrupadas en una edición lineal, sin embargo, el proceso de esta obra no verá finalización inmediata puesto que el mismo resultado, si bien cumple con la estética de bombardeo de imagen que propongo desde el inicio, ha terminado por  anularme como ente performativo, como cuerpo conmemorativo y como dispositivo vivo de prácticas activistas.

A propósito de las asesorías recibidas, he considerado una frase que me ha propuesto Andrea Pagnes:  “nunca olvides que eres una performista”, idea que posteriormente  volvió  a expresar Claudia Sánchez, quien incitó a no perder el espíritu de mi presentación, en el que manifesté  que yo ante todo era una performer, desde ahí que tomara su apreciación al  promover no dejar que la aplicación (APP)  modifique mi obra, sino por el contrario, sea mi obra y mi cuerpo performativo el que tome estas aplicaciones para llevar a las redes la misma experiencia política y contestataria que precede a este trabajo.

Quiero señalar acá que para mi fue muy relevante volver a trabajar con el cuerpo a través de los ejercicios de videodanza y también reencontrarme con la Performance para la cámara, ambas experiencias no han hecho más que reafirmar  la urgencia de trabajar  con mi  cuerpo performaivo, anómico y conmemorativo.

A raíz de esto,  quise desarrollar un nuevo videoperformance, grabado en una esquina de cerro Larraín, consistente en una serie de besos desarrollados por dos mujeres en el espacio público.  Esta imagen ha sido inspirada en un  texto que la teórica feminista Teresa de Lauretis escribiera respecto a la emancipación de la mujer al sistema patriarcal, reconociendo al término “lesbiana”, como una definición política más que como una identificación de prácticas sexuales.  El extracto del texto  de Lauretis  “cuando las lesbianas no éramos mujeres” versa así:   "Hubo un tiempo, en un espacio discontinuo -un espacio que se dispersaba a través de los continentes- en que las lesbianas no éramos mujeres.  Durante ese tiempo, lo que las lesbianas éramos era esa única cosa: no éramos mujeres. Y todo parecía tan claro, entonces”.


Este video lo realicé gracias a la colaboración de mis compañeras residentes, Estela Morales en Performance y Camila Colussi en Cámara.


Como texto de Residencia es muy importante para mí señalar cuanto nutre convivir con otros realizadores, creo fuertemente que el cotidiano y el intercambio de vidas genera vínculos más genuinos en la producción artística, así como nuevas miradas respecto a los procesos personales del otro, razón por la que se generó un hermoso trabajo colaborativo, un quehacer  nacido desde la belleza de compartir una cama para el trabajo o una cerveza llena de ideas al llegar de los laboratorios.  Me siento fuertemente vinculada al trabajo de las compañeras a las que les pedí participar de mi obra, esta elección no fue realizada al azar, sino fruto de percibir  sus carácteres y sus miradas artísticas.  Así mismo me he permitido sencillas pero significantes colaboraciones para Anibal Sandoval, Ginés Olivares y Marcos Nath, quienes han sostenido mi corazón con su generosa entrega de lo cotidiano. 

No hay comentarios.: